Misión y Visión, la preparación mental

Hoy hablaremos de misión y visión, para el bien de tu negocio. Todo atleta sabe que cuando inicia su entrenamiento no debe prepararse sólo físicamente, sino que el entrenamiento mental es importantísimo. Saber cuál es su objetivo, es el punto de arranque, puede ser romper un récord de velocidad, de altura o resistencia o bien recorrer 42 kilómetros, el tener claridad sobre cuál es la meta, permite que las acciones estén enfocadas y y también aumenta la posibilidad de tener éxito y de haber una falla, permite corregirla  sin perder el rumbo.

La meta de una empresa, se llama Visión. Es fundamental tener la meta clara para ganar la competencia.

La visión se establece cuáles son los resultados que esperas de tu empresa en un lapso de tiempo  de 10 a15 años, este es tu horizonte. La visión debe ser el punto de inspiración y enfoque para la generación de proyectos constantes y tangibles que te acerquen día a día al récord que buscas alcanzar.

Una vez que el atleta establece su meta en la preparación mental, su siguiente tarea es definir cuál debe ser el estado físico que necesita para poder alcanzar ese objetivo. Si lo llevamos al plano de la empresa, esto se llama Misión.

La misión determina quién debes ser en este momento para alcanzar la visión que has definido, por esta razón, la misión debe redactarse en tiempo presente. Es en lo que el actuar diario debe enfocarse, el actuar diario de todo el equipo para estar coordinados en un objetivo común, una forma de vida y una razón de ser. La misión es la base del SER y el HACER de tu empresa.

Tu visión y misión deben inspirar a quien las conozca, deben ser retadoras originales, únicas y por supuesto, alcanzables, no solamente un cuadro que cuelga en la recepción de tu empresa. Es fundamental que tú, el capitán del equipo, sepa transmitir estos términos para que todos vayan en la misma dirección y estos conceptos que parten de unas imple idea se conviertan en acciones y estas acciones en la celebración de la llegada a la meta.

Ahora que estás consiente de la importancia de la preparación mental, es el momento de asegurarte de que tu empresa tiene clara cuál es la meta que deseas alcanzar y si en este momento estás haciendo lo necesario para alcanzarla.

Si aun no cuentas con una visión y misión de tu empresa es el momento preciso para redactarlas, ten presente que debe ser única, retadora, inspiradora, alcanzable y con un horizonte de 10 a 15 año. Si ya cuentas con estos conceptos, es el momento de revisarlas, puede ser que sea necesario actualizarlas, o incluso corregirlas. Este es el fundamento que te llevará a la victoria.