Visión y estrategias para tu negocio

Tomar decisiones sin tener previamente definida su estrategia es algo que ninguna empresa debiera hacer, si es así, cada decisión contiene tanto riesgo como el manejar un auto en una tormenta a ciegas. Las posibilidades de éxito sin un rumbo claro son casi nulas en la tormenta y la oscuridad del escenario actual.

Desde que Igor Ansoff esbozó el concepto de estrategia, éste ha cambiado mucho; empezó siendo un concepto relacionado básicamente con  el planteamiento y el análisis del futuro en sus diversas formas y se ha transformado hacia conceptos que en la actualidad tienen más que ver con la creación de modelos de acción, con elegir el rumbo que tomará una empresa.

La estrategia hoy en día, es entendida como un proceso de formación, de desarrollo progresivo que se lleva a cabo en la mente de las diferentes personas involucradas. Por esta razón, es necesario para comprenderla, conocer el estudio de los diversos modelos mentales que se involucran en su generación.

Para comenzar, no podemos referirnos a la formulación de una estrategia, como un proceso que se lleva una vez al año, donde los miembros del directorio se reúnen para tomar las grandes decisiones sin la injerencia de ningún otro actor importante, al contrario, la estrategia debe ser abierta en su gestación, asi se enriquece con la participación de todos los miembros de la empresa, además necesita ser abierta sus consumidores, para que la estrategia sea desarrollada en armonía con los componentes globales de la empresa. Cuando hablamos de «crear el futuro», este futuro tiene que ser diseñado pensando en quienes son o serán los clientes de la empresa y  que es lo que se espera de ésta.

La estrategia es lo que destaca a una empresa determinada en el campo de la competencia industrial, la visión permite la imaginación, creatividad y el rumbo. Es y debe ser el elemento que une, el horizonte al que aspira toda empresa.

La visión de una empresa, es la imagen de futuro que se desea crear, se describe en tiempo presente, como si estuviera sucediendo ahora. Que es lo que la empresa quiere ser, donde quiere ir y como será cuando llegue a ese lugar; Una visión le da un rumbo y por lo tanto un futuro a una empresa y ayuda a todos sus miembros a fijar metas, las cuales a su  vez, sirven de impulso para los mismos.

La misión es la declaración de los valores y la filosofía de la organización, no forma parte de la estrategia, podemos decir que la misión marca los límites entre los cuales la empresa se mueve para llevar a cabo su visión.

El propósito estratégico es otro elemento que debemos tener en consideración cuando hablamos o analizamos la visión. Este concepto implica cuantificar una visión de 5 ó 10 años: ¿Donde quiero llegar? ¿Cuál es mi principal meta en un futuro cercano? Indica un determinado punto de vista sobre la posición competitiva en el mercado a largo plazo que una empresa desea conseguir. Transmite un sentido de orientación, de descubrimiento y destino; La existencia de un propósito estratégico se demuestra a través de estos tres elementos. Para  que un propósito estratégico se convierta en realidad, es necesario que este contenga, transmita y genere un aspecto emocional; que todas las personas involucradas en la organización comprendan cuál debe ser su contribución y se comprometa a cumplirla, tal como en un barco a remos, donde el esfuerzo de todos hace posible que el conjunto llegue a la meta.