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Pues, la verdad sea dicha, salvo la hora del café o las horas en las que el jefe no está, la mayoría de los empleados tiende a pensar que el trabajo es una forma moderna de esclavitud. Basta revisar los cientos de miles de comentarios y chistes que hay en Internet, posts de redes sociales, donde las personas revelan que el trabajo es un mal necesario, solo eso.
Son menos las personas que pueden decir que aman estar su trabajo o que lo aman todo el tiempo o que aman todas las cosas que hay en él. Y como no se sienten a gusto, no son tan felices en sus labores; el asunto es que eso afecta a todos: al que trabaja, a los que están a su alrededor y a la empresa. Empleados infelices, empleados ineficientes, empresa improductiva. Es una correlación que ha sido estudiada hasta la saciedad en innumerables investigaciones sobre el clima organizacional y la motivación en el trabajo.
Asumido esto, podemos invertir el asunto y convertir el problema en solución: empleados felices, empleados eficientes, empresa productiva. ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo mejorar nuestro clima organizacional para que los empleados se sientan en casa y sean tan felices como productivos? Comencemos por saber qué es lo que hace sentir a gusto y qué no a las personas; porque eso es lo que son los empleados, ni más ni menos que personas.
Estar en casa versus estar en el trabajo
¿Cuál es la diferencia entre estar en casa y estar en el trabajo? ¿Qué es lo que hace que muchos empleados estén solo atentos al reloj para regresar corriendo a sus hogares y no permanecer ni un minuto más en la oficina? Muchos dirán que es falta de motivación, que no hay un buen clima organizacional; pero esto es solo la mitad de la verdad.
Esta respuesta tiene que ver con varios elementos, que fundamentalmente constituyen el ambiente laboral o el hogareño: cómo es el lugar en donde estamos, qué es lo que hacemos, con quiénes estamos y cómo nos sentimos. Veamos:
– Cuando llego a la casa, me quito los zapatos, me coloco unas pantuflas, una ropa más cómoda; me siento en mi sillón favorito. Nuestro hogar por lo común lo hemos diseñado a la medida de nuestras necesidades; es confortable, responde a la idea que tenemos de estar cómodos. ¿Podemos decir lo mismo del ambiente laboral?
– ¿Qué hago cuando estoy en casa? Veo un partido en la TV o una película con mi esposa, leo un libro, juego con el perro o con los niños; busco algún video en el computador, reviso las redes sociales. Cualquier cosa que me haga disfrutar. Y en el trabajo, ¿qué hago?
– En nuestra casa estamos con las personas y los seres que queremos; estamos con la pareja con la que hemos decidido estar, con los hijos que quisimos tener, con el perro o el gato que escogimos en la tienda de mascotas. Por otra parte, ¿son los compañeros o jefes personas a las que apreciamos? ¿Me siento a gusto trabajando con ellos?
– Cuando llego a casa, mis hijos se alegran, mi esposa me recibe con un beso, el perro mueve la cola. Me siento tan querido. ¿Me hacen sentir así en el trabajo? ¿Mis labores se desenvuelven en un ambiente laboral grato?
Cómo crear un ambiente laboral motivador
Mucho se habla de la importancia del clima organizacional en el rendimiento laboral, se nos dice que un buen ambiente laboral es determinante para el éxito de la organización, que hay que hacer que los empleados se sientan a gusto, motivados y como en casa, para que rindan más. ¿Cómo hacerlo?, volvemos a preguntar. Ya en parte lo hemos respondido; pero puntualicemos:
– Cómo es el espacio: en los actuales momentos, hay muchas empresas que se han dado cuenta de esto y han cambiado drásticamente la decoración y organización de las oficinas, tanto en lo que se refiere a mobiliario como a la existencia de espacios de esparcimiento dentro de la misma empresa, creando un ambiente laboral más grato. Por ejemplo, los puestos de trabajo en la mayoría de oficinas ya no están separados, sino abiertos, de modo que se pueda hasta socializar durante las labores. Hay muebles más cómodos; Google LLC tiene hasta una sala de juegos bien equipada.
– Las labores: por supuesto, no todas las tareas y actividades van a ser siempre de nuestro grado, ni siquiera en el hogar; pero, aun así, es necesario que un gerente tenga la habilidad de saber cuál es la actividad que mejor va con sus empleados: a este le gusta coordinar, este es bueno redactando y aquel planificando.
Pongamos a cada quien su lugar y no en lo que menos le gusta o sabe hacer. Si es necesario, contratemos a un asesor externo para que nos ayude a determinar estas habilidades y competencias de nuestros empleados. A veces simplemente sucede que a un trabajador no le agrada lo que hace, porque es algo para lo cual no se siente capacitado; se siente incómodo y fuera de lugar. Luego, esta incomodidad puede repercutir en el clima organizacional y afectar a los demás.
– Compañerismo: algunos empleados son buenos relacionándose con los demás, otros no tanto, prefiriendo estar solos; A y B se llevan bien, pero no con C. Entonces, hay que también entender los sociogramas afectivos, saber quién va mejor con quién, y ponerlos a trabajar juntos, para que se sientan a gusto y el clima laboral sea agradable. Así vamos a ver un incremento notable en el rendimiento. Para determinar esto también podemos requerir la ayuda de un asesor o experto en el área.
– Cómo nos sentimos con lo que hacemos: aquí tenemos la guinda de la torta. Lo bueno es que si hemos atendido bien los primeros tres aspectos, este último vendrá por añadidura. Los empleados se sienten bien, se sienten como en su casa, porque tienen un ambiente cómodo y confortable, porque realizan labores que son de su agrado y porque están con aquellos a quien quieren; hay motivación. Solo les faltan sus pantuflas y el control remoto de la TV.
Así en el trabajo como en la casa
A los niños hay que mandarlos a comer, a bañarse, a estudiar, a ordenar su pieza. A lo único que no hay que mandarlos es a jugar, porque lo hacen solos, de manera espontánea, hasta sin juguetes: toman una caja grande de cartón y fabrican una nave espacial con la imaginación. Confucio afirmaba que si encontráramos algo que nos guste, no tendríamos que trabajar ni un solo día. Así debería ser la motivación hacia el trabajo.
Si tomamos en cuenta todas estas recomendaciones con respecto a crear un ambiente laboral que sea como el de la casa, tus empleados no van a querer irse cuando llegue la hora de salida sino que van a decir como los niños: por favor, déjanos jugar solo un poco más. Éxito en todo lo que emprendas.
Para saber más:
https://www.businessconsulting.cl/la-cultura-organizacional-como-mejorar-el-ambiente-laboral-en-tu-organizacion/
https://www.businessconsulting.cl/consejos-para-ser-un-buen-jefe/