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¿Cómo evitar que nos afecte el síndrome del quemado?

Qué es el síndrome del quemado

El síndrome del quemado, conocido también como burnout, es un tipo específico de estrés laboral que se manifiesta como un estado constante de agotamiento físico, emocional y mental. Este síndrome surge como respuesta a situaciones estresantes dentro del entorno de trabajo y tiene un impacto significativo en la salud del individuo. A diferencia de otros tipos de estrés, el burnout no aparece de manera repentina; se desarrolla gradualmente, llevando a la persona a experimentar distintas fases. Estas fases incluyen la pérdida de interés y motivación tanto en actividades laborales como personales, y en casos más graves, pueden desembocar en una depresión profunda.

Es importante no confundir el síndrome del quemado con el estrés laboral general, ya que el estrés laboral puede presentarse de diversas formas y el burnout es solo una de ellas. El síndrome del quemado se caracteriza por ser una respuesta al estrés crónico derivado del entorno laboral. Este no solo afecta al individuo, causando desgaste físico y emocional, sino que también tiene repercusiones negativas en la organización, afectando su ambiente de trabajo y productividad.

Cómo se manifiesta el síndrome del quemado

No todos asimilamos de la misma manera el estrés laboral o reaccionamos ante este. Hay diversas manifestaciones del síndrome del quemado, que varían de una persona a otra. Las más comunes son:

  • Agotamiento general, físico y mental.
  • Ansiedad, nerviosismo e irritabilidad (incluso agresividad).
  • Trastornos del sueño y del apetito (comer poco o mucho).
  • Dolor de cabeza, taquicardia, sensación de ahogo.
  • Baja autoestima, sensación de desánimo.
  • En relación con la parte laboral, se manifiesta bajo rendimiento y ausentismo, poco entusiasmo por ir al sitio de trabajo o permanecer en el mismo, poca socialización.
  • Dificultad para concentrarse en las tareas o evasión de las mismas.
  • Sensación de frustración, fracaso e impotencia para resolver las situaciones
  • Mal trato hacia los clientes y demás compañeros.

Causas del síndrome del quemado

El síndrome del quemado, o burnout, surge principalmente en el contexto laboral, pero no se debe a una única causa específica. Este problema puede ser el resultado de una combinación de factores que se dividen en dos categorías principales: personales e individuales, y organizacionales. Los factores personales se relacionan con las características propias de la persona, como su forma de gestionar el estrés, su personalidad y sus expectativas. Por otro lado, los factores organizacionales tienen que ver con el entorno laboral, incluyendo el clima de trabajo, las cargas excesivas de tareas, la falta de apoyo, y la comunicación deficiente dentro de la empresa.

El síndrome del quemado suele afectar a personas con un fuerte sentido de pertenencia hacia su trabajo y una conexión profunda con su profesión, elegida por vocación. Estas personas se identifican con lo que hacen y sienten pasión por su labor, lo que a menudo las lleva a exigirse más de lo necesario. Esta conexión emocional con el trabajo genera una presión interna para asumir más responsabilidades, incluso aquellas que no les corresponden. Como resultado, se produce un desequilibrio entre la vida laboral y personal, llevando a la saturación y al trabajo excesivo, convirtiéndose en lo que se conoce como trabajólico.

Esta tendencia a involucrarse en exceso, combinada con experiencias negativas en el entorno laboral, contribuye al desarrollo del síndrome del quemado. Es decir, las situaciones desfavorables en el trabajo actúan como detonantes de este síndrome, en el que la persona experimenta una pérdida de satisfacción personal y profesional. Esto ocurre porque las expectativas laborales no se cumplen y el trabajo se desarrolla en condiciones que no son ideales, generando frustración y falta de realización.

Entre las situaciones en el entorno laboral que se pueden convertir en causas del burnout:

  • Desorganización laboral.
  • Trabajar en puestos donde se tienen que asumir tareas excesivas o  para las cuales la persona no se siente preparada.
  • O, por el contrario, realizar trabajos muy monótonos.
  • No poder participar de las decisiones,
  • Malas relaciones laborales.
  • Falta de apoyo de superiores.
  • Excesivas exigencias en cuanto a tareas y horarios.
  • Expectativas no satisfechas; falta de promociones e incentivos laborales (ascensos).
  • Falta de comunicación: a menudo, el no comunicar la situación que incomoda, para no generar perturbación, impide el necesario desahogo; la persona se guarda todo y alimenta su frustración en la soledad.

Otro asunto interesante es que el síndrome del quemado se presenta mucho más en personas que tienen trato con el público o cuyo trabajo consiste en lidiar permanentemente con personas.

Cómo nos puede afectar el síndrome del quemado

El síndrome del quemado nos puede afectar en nuestro desempeño laboral, en nuestra vida personal y familiar y también a la organización en la que trabajamos. Se puede decir que el síndrome del quemado nos afecta, desde un punto de vista:

  • Psicológico: insomnio, desánimo, ansiedad, pánico, depresión;
  • Físico: fatiga, problemas gastrointestinales, del sistema nervioso, dolores de cabeza; obesidad, pérdida de peso, trastornos respiratorios.
  • Afectivo y relación de pareja: mala comunicación, disfunción eréctil y sexual en general.
  • Familiar-Social: poca socialización, irritabilidad con los demás, poca empatía.
  • Laboral: dificultades para ejecutar tareas y realizar las labores, malas relaciones profesionales (jefes, compañeros, público),

El síndrome del quemado puede llevar a abusar de sustancias como psicofármacos, alcohol, drogas y cafeína, que dañan la salud y el bienestar mental, creando un círculo vicioso que agrava el problema. Estos síntomas pueden empeorar, derivando en situaciones más serias como la depresión profunda e incluso pensamientos suicidas, debido a la sensación de no poder escapar de la situación. Además, muchas enfermedades graves, como el cáncer, tienen una conexión con el estrés prolongado y no manejado.

Claves para evitar que nos afecte el síndrome del quemado

El síndrome del quemado es una consecuencia del estrés laboral, que depende tanto de las acciones del individuo como de la empresa. Ambos tienen responsabilidades para prevenir su aparición, reduciendo los factores que lo provocan y lo mantienen. Esto no solo ayuda a evitar el síndrome, sino que también disminuye sus efectos cuando ya se ha manifestado.

La empresa tiene la responsabilidad de evaluar a su personal en varios aspectos, especialmente en la satisfacción con su trabajo, el entorno y las relaciones laborales. Para ello, es esencial utilizar herramientas y técnicas adecuadas que permitan a los empleados expresarse libremente. Este proceso ayuda a identificar y eliminar los factores estresantes, mejorando así las condiciones laborales dentro de la organización.

Los gerentes de la organización deben ser los responsables de mantener políticas comunicativas no coercitivas ni amenazantes, que generen estrés,  realizando jornadas de socialización, estableciendo mecanismos de promoción y reconocimientos, entre otras. En un ambiente laboral grato, la actitud del trabajador será  más asertiva. Si bien no se pueden eliminar los factores estresantes, es posible gerenciarlos, como tantas cosas en la vida. Incluso, se pueden efectuar reuniones con los trabajadores para diseñar un plan anti-estrés; así se sentirán tomados en cuenta.

En cuanto al trabajador, si presenta estrés laboral, es importante que tome medidas para cuidar su bienestar. Primero, debe evitar sobrecargarse con tareas y responsabilidades que no le corresponden. Es fundamental tomar descansos cuando no se encuentre solución a un problema y buscar momentos para realizar actividades recreativas y de esparcimiento fuera del horario laboral. Además, es esencial reflexionar y autoevaluarse sobre las tareas que realiza y las expectativas que tiene respecto a su trabajo, buscando siempre un equilibrio entre sus aspiraciones y lo que la organización le ofrece.

Si siente insatisfacción con su trabajo, es necesario analizar la situación para redescubrir lo que le gusta de su profesión. Si hay aspectos que le incomodan, debe comunicarlos a sus supervisores de manera respetuosa y discutir aquellos factores que le afectan. Finalmente, debe evaluar si permanecer en la organización es realmente lo que desea y si le hace sentir bien, tomando decisiones que prioricen su bienestar personal y profesional.

Si las situaciones de estrés persisten, debe acudir a terapia, para aprender a lidiar con las situaciones que le producen estrés. De ninguna manera debe automedicarse ni consumir sustancias que creen que le puedan ayudar y que, más bien, terminaran por afectar. Hay grupos de ayuda, que también pueden dar respuesta a estas situaciones. Y aunque no son sustitutos de terapia profesional, el conocer a personas iguales a nosotros, que han aprendido a lidiar con el estrés laboral, nos puede dar también interesantes herramientas.

Para saber más:
Consejos para aprender a lidiar con el estrés en el trabajo
Aprende técnicas para manejar el estrés y relajarte
Deshazte del stress laboral

Andrés Luco
Andrés Luco
Ingeniero Civil Industrial, Pontificia Universidad Católica de Chile. MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez. PDE Universidad de Los Andes. Socio fundador de Business Consulting.