La afinidad de pronunciar correctamente un nombre se define como «una relación especial de confianza y mutua compenetración»
Si buscas construir afinidad con un prospecto o un empleado, el uso correcto de su nombre en una conversación, puede ayudar. El simple hecho de de decir el nombre de uno, comunica al cerebro la conexión o relación que no existe con extraños y siembra lo que podría crecer como un cliente rentable o un leal empleado.
Pero en una comunidad de creciente diversidad, pronunciar el nombre de alguien de forma correcta, no siempre es fácil. Y despedazar el nombre de alguien hace exactamente lo contrario a la compenetración. Comunica que en realidad no conocemos a la persona y genera precaución al confiar, lo que puede matar un acuerdo.
Si pronunciar mal un nombre no es lo suficiente mente malo, reirse de este, es aún peor. Comunica una falta de respeto lo que hará que suban las barreras de protección. Es un desvío que rápidamente te enviará a la tierra de nadie.
Cuando nos tomamos el tiempo de aprender a decir el nombre de otro, en la forma que lo queremos decir, emerge una relación de confianza. Es una gran inversión de tiempo y atención que hará que las ventas y la lealtad, crezcan en el tiempo