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30 mayo, 2016Los conflictos entre las personas son algo cotidiano y los conflictos entre los empleados, también lo son. Por lo general, se producen cuando existen puntos de vista distintos respecto de un tema en particular. Según un artículo publicado por The Wall Street Journal, en los EE.UU. aproximadamente el 30% de los ejecutivos y empleados tienen una discusión con un compañero de trabajo, por lo menos una vez al mes.
Te mostramos a continuación, una lista de factores que pueden contribuir al surgimiento de conflictos en las organizaciones:
- Ausencia de valores, esto es, ética profesional, responsabilidad, falta de transparencia.
- Desencuentro en la visión y comportamientos entre las diferentes generaciones presentes en los equipos , que desencadena en un choque de valores.
- Lucha de egos, frustración, envidia, miedo, boicots y habladurías entre los empleados.
- Estrés como resultado de situaciones tensionantes en el ambiente laboral, como entrega de resultados, falta de reconocimiento, exceso de trabajo y presión excesiva de los superiores.
Cuando un conflicto entre los empleados no se resuelve, la productividad se ve directamente afectada y se reduce, por lo tanto el margen de utilidad de la empresa.
La reducción de costos es una preocupación constante en el mundo corporativo y en tiempos de crisis se convierte en un factor aún más importante. Ante esto, el aumento en la productividad de los equipos es una excelente estrategia, pues se aumentan las ganancias y es simple pero al mismo tiempo complicado de lograr, ya que se trata principalmente de desarrollar las limitaciones internas de las personas.
Para evitar y/o resolver conflictos entre los empleados, puedes:
- Generar y cultivar un ambiente de tranquilidad y paz, mantener la transparencia en las relaciones, fomentar la ética y dar un buen ejemplo.
- Desarrollar actividades que promuevan actitudes compasivas, como el perdón y la gratitud.
- Conocer a tu equipo, su comportamiento y actitudes y ser un buen oyente.
- Ser capaz de detectar conflictos o resistencia para realizar algún trabajo, puedes investigar individualmente y después, con las partes interesadas conversar de forma tranquila, manteniendo siempre el respeto hacia los demás.
- Actuar como el conciliador entre las partes, ser imparcial, no demuestres tus opiniones o preferencias.
- Desarrollar una comunicación sana, practicar la retroalimentación positiva, estructurada, sincera. Minimizar las críticas, evitar los mensajes negativos, las etiquetas o juzgar los actos de las personas.
Cuando el conflicto se maneja bien, promueve nuevas ideas, crecimiento personal y profesional que sin duda da buenos resultados para los empleados y para el negocio.