Desde la antigüedad, el hombre siempre ha buscado la manera de transmitir saberes, conocimientos, técnicas, preservando la memoria individual y colectiva. De esta manera, ha apelado a una diversidad de recursos y herramientas a su alcance:
también el storytelling ha pasado a ser una herramienta de marketing en la actualidad, muy usada a través de las redes, como veremos a continuación.
El storytelling puede definirse de varias maneras: una acción, una habilidad, una técnica, un recurso o una estrategia.
El storytelling es el acto de transmitir contenidos a través de la narración de historias, usando como principal recurso la palabra y todo su repertorio estilístico-retórico: tonos de voz, pausas, silencios, énfasis, metáforas, comparaciones, exageraciones, onomatopeyas, imitación de sonidos de animales y objetos; también se pueden incorporar elementos del lenguaje corporal (kinésico y gestual) así como otros elementos visuales (dibujos, gráficos) e incluso materiales (objetos).
En segundo lugar, el storytelling es una técnica utilizada en diversas áreas, tales como la pedagogía, la publicidad y la política. Con la misma se puede presentar una situación para facilitar la comprensión de la misma, exponiendo diversos aspectos y hasta humanizando el aprendizaje del concepto.
Posiblemente, al ponerse en lugar de los protagonistas de la historia, se genere un sentido de empatía que lleve no solo a comprender el asunto, sino también a internalizarlo y generar un cambio de conducta.
Por otra parte, los políticos usan abundantemente el storytelling, tanto para matizar sus largos discursos y hacerlos más entretenidos y asequibles a la audiencia, como para exponer diversas cualidades de ellos mismos, lo que los haría idóneos para ser elegidos en algún cargo.
De esta manera, según los estudios de la semiología, con el storytelling el político logra una mejor conexión emocional con sus seguidores, generando un ánimo favorable entre estos.
El storytelling es un recurso o una estrategia utilizada en el marketing y la publicidad, con fines similares a los antes descritos; es decir, para presentar de una manera que resulten convincentes las diversas cualidades, no ya de un político, sino de un producto, un bien, un servicio o de un profesional o especialista de un área en particular, creando de este modo una atmósfera favorable entre la audiencia, que son los potenciales clientes.
En marketing y publicidad se usa el storytelling de manera escrita, aunque también y preferentemente se hace de manera oral, por ejemplo, a través de un video que constituye un testimonio en el cual una persona (un usuario o cliente satisfecho) expone cuál ha sido su experiencia con el producto o servicio.
Este relato permite crear una conexión más vivencial con los usuarios, favoreciendo la recepción del mensaje que se desea transmitir. Los usuarios pueden conectarse con la experiencia de la persona que narra y sentirse identificados con la misma y con sus necesidades.
En las webs de muchas organizaciones y, más particularmente, en sus redes sociales, abundan ejemplos de la utilización de esta clase de recursos, donde una persona narra una historia, que por lo general está segmentada en tres momentos, al igual que todos los relatos, con un inicio, un desarrollo y un desenlace:
Es algo así de sencillo; y no tiene que ser excesivamente largo. Puede ser de uno a cinco minutos. Incluso el storytelling puede formar parte de un segmento mayor, como un inciso dentro de un video.
Con el storytelling puedes contar tu mismo tu propia historia, sobre tus inicios, el camino que has recorrido para llegar a donde estás; puedes decir quién eres, lo que piensas y lo que sueñas. Así verán tu lado humano y confiarán en ti.
Pero no debes olvidar mostrarte también como un profesional experto, porque más que un amigo, también necesitan alguien que sepa lo que hace y que les dé soluciones.