Es fundamental que tus proveedores te entreguen las materias primas idóneas para la fabricación de los productos o la prestación de servicios. Esto también aplica en la logística desde el punto del vista del marketing, es decir, lo primero es ofrecer el producto adecuado para tu nicho de mercado.
Todos nuestros esfuerzos serán en vano si no nos estamos dirigiendo al objetivo adecuado. Es vital que nuestro modelo de negocios apunte al segmento de clientes «ideal» y se organicen nuestros procesos de tal manera que podamos poner nuestro producto en las manos del cliente en el momento y lugar adecuado.
La eficiencia en costos es un factor determinante. Debemos elegir aquellas soluciones que brinden mayores ventajas en costos pero sin sacrificar la calidad y condiciones óptimas del producto. ¿Conviene transportar por vía aérea, por mar o por tierra? ¿Debemos usar cajas de cartón o de otro material? ¿Es mejor contratar un servicio de almacenaje externo o hacerlo por nuestra cuenta?, etc.
Estos principios aplican para los diferentes tipos de logística empresarial (de aprovisionamiento, de distribución, de producción e inversa), lo importante es aplicarlos y aprovechar la logística como un factor clave de competitividad empresarial.